Tengo 55 años, sí, y he estado de voluntaria en la ONGD KULLI. No hay edad, os lo aseguro, para vivir esta experiencia en la que recibes mucho más de lo que das (aunque suene a tópico).
Hacía tiempo que tenía este sueño y la recompensa ha sido altamente gratificante. Hay muchos niñ@s y familias que nos necesitan. Sus caras, sus gestos y sus palabras harán que no los olvides y los lleves en un sitito de tu corazón.
Gracias KULLI por poder formar parte de vuestra familia.
JULIO 2016.
Ana. 55 años. Cadiz