Llevaba muchos años queriendo hacer un voluntariado y lo que ello conllevaba, pero no imaginaba ni por un instante que me fuera a aportar tanto y a tantos niveles.
Es una experiencia única e increíble, de la que guardo un recuerdo y un aprendizaje precioso y muy gratificante.
Es difícil explicar con palabras lo que significa la familia KULLI, lo que esta ONGD lucha por los niños.
Tendría que ser una asignatura obligatoria para todos y cada uno nosotros, pues te ayuda a conocer lo que es el amor puro e incondicional, a valorar lo afortunados que somos y que se puede ser feliz y no dejar de sonreír a pesar de no tener nada.
Una parte de mi se ha quedado en KULLI, con esos niños, en Trujillo y con todos mis compañeros que hicieron esta experiencia posible.
Solo puedo decir gracias familia KULLI. Sois excepcionales. Os quiero..

DICIEMBRE 2016.

Sandra Rivera. Madrid